A raíz de la crisis sanitaria que experimentamos y forzados a vivir un distanciamiento físico sin precedentes, numerosos son los estudios y las referencias que nos han advertido de los riesgos psicológicos y sociales en que puede derivar un estado de aislamiento. Por suerte las tecnologías nos conectan más, más rápido, a través de más canales y con resultados más realistas. Pero… ¿pueden sustituir la vivencia real? Repasamos algunas teorías e investigaciones que nos revelan cómo el contacto entre individuos genera procesos y beneficios a nivel psicológico, fenómenos que únicamente podemos experimentar a través de eventos presenciales.
